Azar
sangraste en ese pañuelo que te veo a veces
sangraste y ojalá ya no sangres
pero la mancha se gira,
me sonríe con malicia
sabe de latas de spray a su nombre
en una ciudad muy suya
de la cual soy extraña
no sé de sus paredes
ni de sus santos ni de sus héroes
santificado sea el anagrama de su nombre
donde hiciste besos de cerámica
y versos que ahora solo repites
hueco, corazón hueco
recuerdo lleno de ecos
pinturas que me hacen fruncir el ceño
flores secas que miro con desprecio
pies izquierdos que no bailan
manos congeladas sobre tu ceja
pura memoria corrompida
huye de su caja
cuando una compite con los ayeres ya es mujer muerta
te lo dice una ahogada que sigue latiendo
te dice que te busca en los albores del tiempo
Revoloteo
conjuro fantasmas para escribir poesía
que distraiga con sus gritos atroces
un futuro que peligra al borde del abismo
ante la normalidad viviente de las élites
me están respirando al cuello
y no me prende
solo es el vaivén de la ceniza
que me susurra como las balas
que para los revoltosos no hay futuro
solo revoltijos revoloteados
de ropas desgarradas
y si vas con suerte
un hueso que olvidaron cremar
Otros lados
siempre viviendo en otros lados
habitando burbujas que se revientan
en onomatopeyas resonantes
al parar el camión
incrustarse en el sonido
hasta no saber
si el repiqueteo contra el asfalto
lo hacen mis zapatos
o lo estoy imaginando
clavarse las uñas en la piel
sacarse la sangre del labio
creo que ya estoy divagando,
dime cinco cosas que puedas ver
sorpresa constante de estar viva
que me recuerda al sol en la piel
un beso en la sien
incomodidad latente del presente
duele, duele, duele
pero qué alivio es ser brisna,
nomás dejarse ir
Imagen tomada de Asibullu via Pinterest.
